EXPANSION 2012EXP14SEMAD9.13414/09/201604:00DirectivosLa plaga de la creatividad parece extinguirse (13813518)14/09/1600:56GENERALLUCY KELLAWAY18169.99336100.000167961.20046292.4280.0000.000La plaga de la creatividad parece extinguirse18169.99350804.976167961.20084678.4680.0000.000No soy creativa. Tampoco lo son la mayoría de mis colegas. Financial Times emplea a gente inteligente que sabe identificar temas, escribir sobre ellos con elegancia, y dar a los lectores una mezcla de familiaridad y sorpresa. La experiencia, el conocimiento, la práctica, el juicio y la inteligencia, todos juegan un papel. También la capacidad de escribir, y de pensar, pero la creatividad tiene poco que ver. No lo digo para insultar al diario. Es un elogio.
Durante décadas en el mundo de los negocios se han dicho estupideces sobre lo que significa ser creativo. Se asume que más creatividad es mejor que menos creatividad, y que no puede haber demasiada. En LinkedIn hay dos millones de personas con “creativo” o “creatividad” en su título profesional. En Indeed, la página web de búsqueda de empleo, hay 32.000 ofertas de trabajo solamente en Londres que especifican creatividad, comparado con 2.700 que solicitan cortesía, y apenas 300 cooperación. Es desconcertante porque ser cortés y cooperativo son características vitales para cualquier empleo, mientras que la mayoría de las empresas no le dan el menor uso a la creatividad.
Ejemplos ridículos
La plaga de la creatividad ha llegado incluso donde se consideraba un tabú: al departamento de contabilidad. AstraZeneca, que busca a alguien que pueda planificar su flujo de caja, se jacta en su anuncio de empleo de una atmósfera donde las personas son “recompensadas por sus ideas y su creatividad.”
Los expertos en gestión avivan las llamas con investigaciones cada vez más tontas. La más estúpida se publicó en Harvard Business Review y recomendaba a las empresas que dieran a sus empleados títulos ridículos como imaginieros para estimular su creatividad. Más preocupante resulta que solicitasen el calificativo artistas de sándwiches para los trabajadores de Subway. No sólo es insultante, sino que seguramente la creatividad no sea lo que busca la empresa en primer lugar. Cuando una empresa es una máquina global que produce 4.800 sándwiches por minuto, la creatividad en la línea de producción no es recomendable.
La semana pasada me crucé con el primer indicio de que la ola de creatividad podría haber alcanzado su techo. Fast Company publicó un artículo titulado Cómo ser menos creativo en el trabajo y por qué es necesario. Razonaba que ser demasiado creativo podría irritar al jefe, y que frecuentemente la estrategia más inteligente es olvidarse de las nuevas ideas y seguir haciendo lo que hacen.
Hay dos cosas a destacar de este artículo. Para empezar, que es verdad. Segundo, que lo publicó una organización que ha fomentado esta descalabrada tendencia. La dudosa misión de Fast Company es “inspirar un nuevo tipo de líderes del pensamiento innovador y creativo que están inventando constantemente el futuro de los negocios”.
Es posible que los trabajadores comunes empiecen a sentir cierta irritación después de dos décadas de creatividad obligatoria. La semana pasada Kantar Media, propiedad de WPP, invitó a todos sus empleados a reunirse en salones en diferentes continentes y jugar con piezas de Lego para construir sus versiones de un mundo extraordinario. ¿Desencadenó aquello en una ola de creatividad? En la mayoría de los casos no. Un empleado del grupo me envió un correo electrónico para contarme la experiencia del tétrico día, escribiendo como asunto: “La cosa más insensata que jamás haya sucedido en mi lugar de trabajo”.
El diccionario Merriam-Webster dice que la creatividad es “la habilidad de crear cosas nuevas o pensar en ideas nuevas”. Casi no quedan ideas nuevas, y la mayoría son muy malas, o tan nuevas que la gente común no sabe reconocerlas como tal. Van Gogh, después de todo, vendió un solo cuadro en toda su vida. Los que son capaces de generar ideas nuevas no surgen con frecuencia. Yo sólo conozco a dos: uno es poeta y el otro inventor. Ambos hacen las cosas a su manera. Ninguno ha amasado mucho dinero; ninguno duraría cinco minutos en un trabajo; lo odiarían, y el trabajo los odiaría a ellos.
Para sobrevivir, las empresas tienen que cambiar de vez en cuando. Necesitan hacer las cosas de forma ligeramente diferente, pero para eso no necesitan creatividad. Necesitan personas con la inteligencia y el juicio suficientes para aplicar las modificaciones correctas a ideas existentes. Más que eso, necesitan personas con la determinación de probar esas ideas, modificarlas si es necesario y convertirlas en ventas.18170.00084678.468167961.200358292.0000.0000.00031754166.jpg69621.89786914.167167961.200200939.0000.0000.000Una empresa que hace 4.800 sándwiches por minuto no necesita creatividad.69621.897202971.098167961.200207423.0300.0000.000No hay tantas ideas nuevas y la mayoría son malas o tan nuevas que la gente común no las reconoce
Las empresas necesitan a veces hacer las cosas de forma diferente, pero no requieren creatividad69604.400214559.778116526.800260311.5000.0000.000