EXPANSIONEXP07OC7.60907/10/201103:00Directivos"La mujer es quien decide en nuestro negocio"(7948716)07/10/1100:26GENERAL"La montaña la conocía, el vértigo lo tengo ahora"16919.99443582.487205716.15878872.5170.0000.000EDURNE PASABÁN La alpinista impartirá clases de 'coaching' en el IE Business School.16919.99484017.541205716.15891228.6320.0000.000"Sabía que algún día vería todos los ocho miles. Tengo las ideas claras y me comprometo mucho con lo que voy a hacer"16919.994252328.05775500.043269144.9740.0000.000L. Junco. Madrid
Ha coronado la cumbre de los catorce ocho miles ("una mujer en un mundo de hombres"). Confiesa haberse topado a 8.848 metros de altura con un techo de cristal porque "nunca pude conciliar". Ha subido y descendido las montañas más peligrosas del mundo y curiosamente es ahora cuando afirma sentir más vértigo que nunca.
Edurne Pasabán, la primera mujer en coronar las catorce montañas más altas del mundo, ha vivido los últimos diez años sobre colinas. La alpinista de Tolosa (Guipúzcoa) -que no tuvo suficiente con subir una vez al Everest, que este año volvió a intentar hacer cumbre sin oxígeno-, llegó a sentir que su casa estaba más cerca de lo alto del Himalaya que del suelo. "Escalo para sentirme libre y porque es algo que he decidido por mí misma. Ver el paisaje desde arriba transmite paz. Ves que todavía hay cosas que son muy puras, y que cuando nos metemos en el día a día no nos damos cuenta". Pero parece que ha llegado el momento de colgar los escarpines. "Cada deportista sabe cuando llega su fin, por eso nunca he dejado de formarme y estudiar".
Licenciada en Ingeniería Técnica Industrial en la UPV, decidió completar su formación con un máster, el Senior Executive Program de Esade. "Sabía que algún día vería todos los ocho miles. Tengo las ideas claras y me comprometo mucho con lo que voy a hacer. En mi casa, todos han luchado por conseguir las cosas; es algo que se mama. Somos una familia a la que nos cuesta tirar la toalla", y eso se nota.
Buscando su camino
Cuando aún no tenía formado en su cabeza el proyecto de los catorce ocho miles, Pasabán tuvo unos años muy duros. Coronar el K2 fue "la montaña más difícil". Pero el descenso fue peor. Aunque recuerda la bajada del Karakórum como la imagen más bonita que ha visto nunca "-en el valle se proyectaba una sombra triangular perfecta-", fue también el momento más duro de su carrera. El descenso del K2 le costó, además del agotamiento, dos dedos de los pies que le tuvieron que ser amputados por congelación. "Tuve muchos problemas físicos y, entre 2005 y 2006, me tuve que plantear qué hacer, porque no vivía del alpinismo. Me decía: o sigo insistiendo para vivir de ello o me voy a lo seguro, que era irme a la empresa de mi padre". Pero eso era algo que no le llenaba como persona. Y que tampoco está en sus planes actuales. "Si puedo, espero no tener que regresar a la empresa familiar, eso sería lo más fácil", puntualiza.
"Estoy en un momento de cambio. He terminado un periodo muy grande de mi vida, pero me toca seguir creando y no es fácil en ningún aspecto. Quiero formarme como coach". Y es ahora, a pesar de haber estado en lo más alto del mundo, cuando más vértigo tiene: "La montaña era un entorno conocido; el vértigo lo tengo ahora. Pero tienes que ser innovador. En el momento que vivimos no tenemos que tener vértigo a lo que pueda ocurrir. Tenemos que adaptarnos a lo que toca".
Ésta sería su primera lección como coach, y uno de los mensajes que impartirá a los alumnos del IE Business School, donde colaborará con diferentes másteres. La segunda: "Hay que trabajar para que las cosas ocurran. Alguien las tiene que hacer posible. En un momento de crisis como el actual, hay que ser protagonistas. Vale ya de victimismos". Vivimos una "situación muy contagiosa. La gente está agotada de escuchar lo mal que estamos. La clave es cambiar el ambiente". Pasabán lo dice con conocimiento de causa: "He tenido gente negativa y desmotivadora a mi alrededor, gente que no creía posible coronar una cumbre, pero nunca me he dejado contagiar. Es entonces cuando tienes que hacer tu papel de líder, echarle ganas, disimular y poner buena cara". 35705.05692286.965205716.158373274.3360.0000.000El Shisha Pangma fue el último ocho mil que coronó Edurne Pasabán./ JMCadenas79372.723266372.678205716.158271177.5040.0000.00016650727.JPG79597.68893698.076205716.158264625.8860.0000.000"Hay que trabajar para que las cosas ocurran. Hay que ser protagonistas y dejarse de victimismos"122905.482323158.736162268.837344725.4920.0000.000