EXPANSION 2012EXP01NOMAD8.24401/11/201307:30DigitechArtículo Quark (10468687)01/11/1301:47GENERAL23229078.jpg232480.00047198.411262875.21167557.3750.0000.000Profesor de IE Business School. 232480.000349169.167270830.000356662.1670.0000.000La gran mentira232502.91572347.301270830.00088896.7780.0000.000Se escriba lo que se escriba sobre el espionaje, de ninguna manera puede hacer justicia a lo que estamos presenciando. Las revelaciones de un Edward Snowden merecidamente acreedor de un premio Nobel de la Paz definen un escenario tan distópico y descontrolado que supera toda capacidad de sorpresa.
Pero el corazón del problema no está siquiera en el espionaje, sino en lo que realmente significa. Lo verdaderamente insultante no es que nos espíen masivamente, que escuchen nuestras conversaciones telefónicas o lean nuestros correos electrónicos. Lo que indigna es que pretendan convencernos de que todo eso, en realidad, “es por nuestro bien”. Que nos creamos que semejante despliegue procede de un legítimo celo de los estados por proteger a sus ciudadanos.
El espionaje masivo no sirve para detener el terrorismo. Sirve, únicamente, para que aquellos que realmente pretenden organizar atentados recurran a otros medios de comunicación. En realidad, el despliegue hipertrofiado que está teniendo lugar en algunos países no tiene como misión capturar a los terroristas o anticiparse a sus acciones, tarea para la cual se han demostrado además inútiles, sino vigilar a la población. El control de toda disidencia. La sujeción a esquemas de poder establecidos.
La vigilancia masiva de la población busca exactamente lo mismo que hace no mucho tiempo nos escandalizaba en países totalitarios: la represión del pensamiento, la sumisión total por la vía de la intimidación. No te cuestiones nada, porque sabes que estás bajo vigilancia. La censura en China no funciona por su componente tecnológico, sino por un esquema de presión asfixiante: si sabes que te vigilan, hay cosas que ni te vas a plantear hacer, ni siquiera pensar.
La gran mentira no es ocultar la vigilancia masiva, sino pretender que nos creamos que es por nuestro bien. 232503.49792290.500270830.000349331.3110.0000.000opiniÓn249653.88853137.637270830.12559000.8020.0000.000Enrique Dans252623.99457975.396268842.93266851.8090.0000.000